Inútil.

-Pensaba que era el amor de mi vida...
-Bueno, ¿como todos los críos no?
- No. Como todo el mundo. El primer amor y el último
se sienten igual, eso es lo que se tarda en entender.
- ¿Y cuándo te diste cuenta tú?
- Pues cuando dejé de rascarme. Llega un día en que te das cuenta que en esa pareja solo quedas tu, y que lo único que te ata a él es esa herida y haciéndola sangrar no mantienes vivo su recuerdo, sino el dolor de la perdida...

Después de cinco días centrándome en mi misma, he llegado a la conclusión de que estoy todavía más perdida que antes.

Agobiada es poco.

Porque no hay peor sensación que quedarte con la duda de como hubiera sido...

Es tiempo de ser una chica grande.

Sentir que el mundo gira para todos excepto para ti. Que te falta el aire. Que necesitas otras cosas, aunque todavía no sabes cuales son. Que te gustaría irte lejos. Sola. Sin nadie que te quite esas ideas de la cabeza. Porque yo, y mi otro yo, tenemos cosas que aclarar. Necesito estar centrada conmigo misma.


...lo necesito.

Esperando...

-Siempre hay algo mejor a la vuelta de la esquina, eso es lo que dice. A lo mejor es eso lo que debería hacer ella. Esperar haber que hay a la vuelta de la esquina.
-Es posible, pero si no tiene cuidado pasara toda su vida esperando.

Tan perdida...

Llevaba unos días rara. En los que sinceramente no parecía yo. Apagada, sin ganas de salir, de reír...

Tomé el consejo de tomarme mi tiempo, y decidí volver a la gente de siempre, a mis amigos de toda la vida, dejando un poco de lado aquello ''nuevo'' que me había cambiado.

Volvían esos viernes de risas, esos viernes en los que dos horas jugando al billar ganaban los pasos a otras muchas cosas. Pero ahora... estoy más perdida que de costumbre.

No quiero dejar lo nuevo. Conocí ese mundo por algo. Pero no son compatibles el uno con el otro, y hay momentos en los que no sé a cual pertenezco...